viernes, 27 de mayo de 2011

Planificación del proceso II

Bueno, creo que tendría que profundizar más en la lectura de bibliografía relativa al tipo de tareas para sacar mayor provecho a la hora de diseñar una unidad didáctica, porque cuando te enfrentas a ello es más complicado de lo que parece. Y lo mismo digo respecto a la secuenciación de las distintas tareas para llegar a la tarea final. Así que esta unidad me ha valido especialmente para "incitarme" a leer más sobre el tema y así poder enfrentarme con las ideas más claras a la elaboración de unidades didácticas o adaptación de materiales ya existentes.
Pienso también que a la hora de diseñar un material basado en la ELMT, es imprescindible que la gente del equipo tenga formación acerca del tema, cosa que no siempre pasa en nuestros lugares de trabajo. En cualquier caso, creo que personalmente voy por el buen camino, aunque repito, con necesidad de ampliar conocimientos teóricos que me permitan llegar a la práctica con más soltura.

jueves, 19 de mayo de 2011

U.D.I: tarea final, objetivos y contenidos

Para mí ha resultado especialmente relevante conocer el marco para el diseño y análisis de tareas así como el artículo de Estaire y Zanón sobre cómo aplicar dicho marco para el desarrollo de unidades didácticas mediante tareas. Dentro de este mismo artículo, el epígrafe 4.7. La aplicación del marco a lo largo del curso académico, me ha servido para darme cuenta que es un proceso lento y que no se puede diseñar en un año un curso completo basado en este enfoque, sino que hay que ir gradualmente, lo que te permite además ir revisando lo que has hecho y cada vez ser más ágil en el diseño de unidades didácticas.

El modelo de planificación que yo sigo habitualmente sí se parece al propuesto, si bien he de reconocer que muchas veces el punto de partida es el componente lingüístico, sobre todo el componente funcional y gramatical, los cuales determinan la tarea y objetivos de la unidad. Es decir, el orden de los pasos es diferente, me imagino que es una consecuencia de mi formación en el modelo tradicional, tanto en mi función de enseñante como de aprendiz de LE.

Así pues, mi intención será intentar diseñar las unidades didácticas según el modelo propuesto, tarea que me resulta muy motivadora aunque implica también una gran carga de trabajo, pero para eso estamos, no? Además, pienso que aplicar dicho modelo para los niveles en que yo trabajo -A1, A2 especialmente- es más sencillo que en los niveles B y C, en donde como señalan Estaire y Zanón se trataría ya de diseñar proyectos más abiertos, en los que en muchas ocasiones los contenidos lingüísticos no son predecibles y van surgiendo a medida que se va realizando el proyecto. Para mí creo que es preferible empezar por abajo y adquirir experiencia en el proceso de planificación en los niveles iniciales para poder enfrentarse con más "soltura" en los niveles intermedios y avanzados.
Pienso que el diseño de unidades didácticas dentro del ELMT resulta más motivador para los alumnos, pues los resultados, el producto que surge es "palpable" y muy real, por eso considero que debo llevarlo al aula en todos los cursos que imparto.

jueves, 12 de mayo de 2011

El MCER y las tareas en mi contexto

A pesar de que el MCER ya ha cumplido 10 años, en mi centro de trabajo seguimos todavía en proceso de adaptación y ajuste, tanto en referencia a dicho documento como al enfoque por tareas. En el mundo de DaF (el equivalente a ELE pero para el alemán) no hay materiales tan buenos y sobre todos tan actuales y actualizados en lo que a metodología se refiere, o por lo menos yo no los conozco (y conozco unos cuantos!). Por eso, este año me he decidido a elaborar material propio intentando adoptar el enfoque por tareas. He tomado como modelo la estructura de Aula, pero claro, cuando te pones manos a la obra no es tan fácil, de ahí que me haya matriculado en este curso, que espero me proporcione las herramientas necesarias para enfrentarme a esta tarea, que realmente me resulta enormemente motivadora.
Todavía no puedo decir si a los alumnos y a los demás profes les resulta tan motivador como a mí (aunque hay algunos compañeros reacios a los cambios, con lo que el avance es más lento!) Durante este curso solamente pude diseñar dos unidades de acorde con el enfoque por tareas y solo pude probar una de ellas en el aula, pues tuve que cogerme una baja y hasta hoy. De todas formas, mientras trabajé esa unidad en clases, me sentí muy cómoda y me da la sensación de que a los alumnos también les gustó, pero no puedo valorar mucho más, pues fue muy poco tiempo, pero creo que al estar yo más motivada con el material del aula, esa motivación la percibieron los alumnos y eso es muy positivo para el aprendizaje y el ambiente de la clase.

Esta unidad me ha valido para volver a retomar el tema del MCER, enfoque por tareas... Me ha permitido conocer la diferencia entre el enfoque nociofuncional y el enfoque por tareas y me ha hecho ver de nuevo la cantidad de bibliografía que me queda por leer!!! Está claro: aprendizaje a lo largo de toda la vida!

lunes, 9 de mayo de 2011

Mi punto de partida

Hace ya unos añitos que me licencié en Filología Alemana en Santiago de Compostela. Mis primeros contactos con la docencia fueron a través de la enseñanza de ELE y actualmente me dedico a la enseñanza del alemán. Durante todos estos años, desde entonces hasta ahora, casi toda mi formación está vinculada al mundo de ELE, pues es en ese ámbito donde encuentro más oferta formativa actualizada. De todas formas, todo lo que aprendo en los cursos que he hecho, ya sea sobre las TIC, sobre evaluación, sobre metodología, etc. son aplicables a la enseñanza del alemán, pues al fin y al cabo versan sobre la didáctica de las lenguas.

Trabajo en un centro privado en Santiago de Compostela vinculado a la Universidad. Doy clases de alemán, y concretamente de alemán para el Turismo y la Hostelería. En este centro es obligatorio cursar una segunda Lengua Extranjera, a elegir entre alemán
y francés. El contexto es diferente al de las EOI o Institutos Cervantes, donde de entrada la gente estudia un idioma porque quiere, mientras que aquí forma parte del currículo junto con otras muchas asignaturas. Los primeros años, el ambiente parece más bien el de un instituto -ley del mínimo esfuerzo- y a medida que van avanzando curso van madurando e intentando sacar más provecho de lo que se hace en el aula.

Mi profesión me encanta. Me gusta mucho dar clases, prepararlas, elegir y crear material, evaluar... la verdad es que me lo paso muy bien! Y considero fundamental estar actualizado en la formación, sobre todo en el siglo XXI, que todo va tan rápido y hay tantas posibilidades. Creo que esto forma parte de mis puntos fuertes. Intento poner en práctica todo lo que aprendo, aunque a veces es difícil aplicarlo por las circunstancias del centro de trabajo. Mis puntos débiles: sobre todo, la poca paciencia con alumnado ñoño, con pocas ganas de trabajar y que se queja por todo. En estos casos, en lugar de intentar buscar algún camino para trabajar bien con ellos, me bloqueo y mi actitud es negativa: no nos motivamos mutuamente, y esto es lo peor en un aula!

Siempre me ha gustado aprender idiomas. He estudiado inglés en Primaria y Secundaria. Tuve la suerte de poder ir a clases particulares cuando era pequeña, así que en el cole e instituto vivía de rentas. He aprendido inglés sin esfuerzo, aunque mi nivel debería ser más alto del que tengo.
El alemán es un idioma que me encanta y nunca dejo de aprender. Cuando realmente mejoré fue cuando me fui a Alemania a vivir y aun ahora intento leer y escuchar mucho, siempre aprendes algo nuevo!
Hace unos meses empecé a estudiar francés y lo dejé, no porque no me gustase, sino porque no me gustaba cómo me enseñaban: solo fotocopias y la dinámica siempre la misma: algo de comprensión lectora, vocabulario, gramática y aplicar lo aprendido en parejas. Pero no había ningún tipo de trabajo para afianzar el vocabulario -a veces más de 40 palabras por sesión!-, o las estructuras gramaticales o de fonética. Poca comprensión auditiva, ningún juego, video... así que decidí no seguir porque le iba a coger manía. Lo de que cómo te enseñan un idioma y el profesor que te enseña son definitivos parece que va a ser cierto. Igual de cierto que avanzarás más o menos en función de tu dedicación, pero la experiencia de estos años es que un porcentaje del alumnado muy bajo le dedica tiempo al aprendizaje fuera del aula, con lo que hay que sacar el máximo provecho de lo que se haga en ella.

Bueno, y esto es todo por ahora...